Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De repente, el hijo se cayó, se lastimó y gritó: – ¡ ¡ ¡ AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !”.
Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo, en algún lugar en la montaña: – “¡¡¡ AAAhhhhhhhhhhhhhhh !!!”
Con curiosidad, el niño grito: – “¿ Quién eres tú?”
Recibió de respuesta: – “¿Quién eres tú?”
Enojado con la respuesta, grito: – “¡ Cobarde !”
Recibió de respuesta: – “¡ Cobarde !”
Miró a su padre y le preguntó: – “¿Qué sucede?”
El padre sonrió y dijo: – “Hijo mío, presta atención”. Entonces el padre gritó a la montaña: – “¡ Te admiro !”
La voz respondió: – “¡ Te admiro !”
La voz respondió: – “¡ Eres un campeón !”
El niño estaba asombrado, pero no entendía. Luego el padre explicó:
- “La gente lo llama ECO, pero en realidad es la VIDA…Te devuelve todo lo que dices o haces… Nuestra vida es simplemente reflejo de nuestras acciones. La vida te dará de regreso exactamente aquello que tú le has dado.”
Fuente: www.actiludis.com
Es la vida, tal cual. Recibimos lo que damos.
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